Publicidad y alcohol. Su relación con los valores y el ocio

La publicidad actual busca estrategias para conocer las ilusiones y sueños de las personas, intentando satisfacerlos. Así es como consiguen conectar con sus deseos y emociones.

Los creadores de bebidas alcohólicas logran aumentar en su consumo a través de estrategias publicitarias que cubran la necesidad de la sed, despertando una suma de sensaciones asociadas a valores. La mayoría de estas alternativas publicitarias se caracterizan por conjugar naturalidad y fantasía para despertar así variadas sensaciones.

En los anuncios se muestra una imagen positiva del consumo de alcohol asociándolo con una mejora del rendimiento físico y con el éxito social y sexual. Los spots publicitarios se relacionan normalmente con el ambiente nocturno y el ocio juvenil. Se busca la identificación de los protagonistas del anuncio con el espectador. En muchas ocasiones se transmite la idea de que es normal el consumo de bebidas alcohólicas en la vida cotidiana, disminuyendo así la percepción del riesgo entre jóvenes mayoritariamente.

Está demostrado que la publicidad influye bastante en las decisiones de compra y consumo de las personas a las que llega esa publicidad, y los mensajes no ofrecen una información objetiva que permita al espectador tomar decisiones de forma libre y sin manipulaciones. Además, en la publicidad de bebidas alcohólicas nunca se hace referencia a los efectos negativos que su consumo puede producir.

Existen anuncios que te venden lo que quieres ser o quieres conseguir, te muestran todo aquello que tú deseas conseguir. Por otro lado existen anuncios que buscan que pertenezcas a un grupo determinado, con el producto que se está anunciando el consumidor puede sentirse parte de un grupo, ya que todos realizan la misma acción como es beber.

El alcohol a pesar de estar integrado en nuestra cultura se trata de una droga, la más consumida en nuestro país y la que más problemas de toda índole produce.